
Querida Comunidad:
El año pasado fue un tiempo que nos puso a prueba en nuestra capacidad de flexibilizar y adaptarnos a nuevas modalidades de enseñanza y aprendizaje, pero por sobre todo a no perder el contacto con las necesidades de quienes se vieron más afectados por la pandemia. Nuestra comunidad estuvo a la altura y mantuvimos nuestro compromiso con los distintos proyectos sociales y con las familias que necesitaron apoyo.
El viernes 6 de mayo estamos convocados a participar de nuestra tradicional Cena Familiar, rito que nos identifica institucionalmente, una invitación que hoy más que nunca nos llama a celebrar. El 2021 decíamos que en medio de tanta
incertidumbre solo la certeza de nuestra unidad, la fuerza de nuestros vínculos, nuestra capacidad de ser solidarios, eran acciones que nos permitían tener esperanza. Y nos juntamos para celebrar la vida, para recordar a los ausentes,
para dar gracias.
Este año debemos redoblar el esfuerzo para unirnos como comunidad, en un contexto nacional y global que nos desafía a mirar el futuro desde el compromiso de trabajar por la paz. Maite Uribe, nos inspira al señalar en su carta del año:
“La espiritualidad de las primeras comunidades traída al hoy, es una espiritualidad de relación, de comunión, de amistad con Jesús, que invita a tender puentes, a suavizar relaciones, a abrir puertas, a buscar el diálogo, a dejar las maneras
tradicionales de ver la cosas para acoger otros modos, otras costumbres, y sentirnos enviados a la periferia allí donde el Espíritu nos lleve; es priorizar una espiritualidad del cuidado y de la esperanza”.
La Cena Familiar es una oportunidad para el reencuentro, la oración y el compartir. Ojalá sean muchas las personas convocadas.
El jueves 28 de abril, a las 19:30 hrs., esperamos a todos quienes serán monitores y/o anfitriones de la Cena Familiar en el Salón de nuestro colegio.
Les saluda fraternalmente,
Eliana Corbett G.